Ya llega el verano, y las bodas, y las despedidas de soltero, y ¿qué más? Pues una tarta que lo resume todo en uno: La tarta bikini (erótica),
jejeje. Pues nada, ahí la tenéis, la tarta que nos llevó unas buenas
horas a Milonga y a mi, pero que tan bonita nos quedó al final.
Os cuento un poquito la historia, Milonga quería hacer una tarta para un
amigo que cumplía años, un amigo que además es un muy simpático y le
encantan las bromas, así que tras mucho pensar (muuuucho), nos decidimos
a probar con esta tarta tan sensual y simpática. Se trata de una chica a
la que casualmente se le está cayendo el bikini...
Como veis la tarta no se hizo para una despedida de soltero, pero si
hubiera sido el caso sería perfecta, ¿no creéis? Como podéis observar
está hecha de fondant de colores, y el interior es de bizcocho con dulce
de leche y ganaché de chocolate negro. Eso sí, hecho en dos partes, por
un lado la base, y por otro, las dos "peras", para las cuales nos
tuvimos que retorcer un poco la imaginación para encontrar la forma
perfecta.
Según me dijo Milonga, la tarta le encantó tanto al amigo como al resto
de invitados, y además estaba para chuparse los dedos. Y yo me alegro,
porque a pesar de invertir varias horitas en hacerla, nos lo pasamos
chupi, y aprendimos muchísimo.
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